”El arte debe recordar a los seres humanos lo que son y lo que podrían llegar a ser” propone Ernst Fischer como un señalamiento para entender, entre otras cosas, la posibilidad de una colección de obras de arte.
De esta manera, Colección Pampa se construye sobre la base de una convicción firme: el arte no solo actúa como un medio para la construcción de identidad, sino que también posee un poder transformador capaz de incidir en la realidad, al tiempo que invita a reflexionar sobre cuestiones identitarias y las relaciones con el entorno. De ahí que las obras que forman parte de la Colección Pampa sean vehículos de expresión cultural, histórica y social que reflejen las complejidades del presente.
Uno de los pilares fundamentales de Colección Pampa es la democratización del acceso al arte. Consideramos esencial que sea accesible de forma digital y gratuita. Así permitimos la conexión entre las personas y las artes visuales desde cualquier parte del mundo.
Por un lado, la digitalización de la colección no solo elimina barreras geográficas y socioeconómicas, sino que también promueve nuevas lecturas y reflexiones críticas. La tecnología permite expandir las fronteras físicas y logra que más personas participen de la experiencia estética y conceptual con independencia de su ubicación o condición social. De esta modo, se potencia la creación de nuevos públicos no sólo para disfrute del arte, sino que también como medio de reflexión y transformación personal y colectiva.
Por el otro, este acceso gratuito no es solo una herramienta de difusión: es un compromiso con la idea de que el arte pertenece a todos en consonancia con esta época global y interactiva. Una colección abierta al mundo fomenta el diálogo dinámico y contemporáneo sobre el pasado y el presente, al tiempo que facilita múltiples interpretaciones y diversidad de perspectivas.
Asimismo, la preservación de las obras en la Colección Pampa es una parte importante dentro de este proyecto que las entiende como objetos vivos y en relación con prácticas y reflexiones interdisciplinarias. Al ofrecer acceso digital y gratuito, se busca no solo preservar este patrimonio, sino hacerlo accesible y relevante para las nuevas generaciones.
El compromiso con la promoción y el apoyo al arte argentino en el exterior es férreo y consecuente con el convencimiento de que el arte de nuestro país tiene una voz poderosa que merece ser escuchada a nivel global. Por eso, hay un trabajo inmenso para que las obras de los artistas argentinos lleguen a las audiencias más amplias y diversas posibles. La labor de difusión y proyección internacional fortalece la presencia del arte argentino en el mundo y lo consolida como un catalizador de cambio cultural y social. Asimismo, Colección Pampa entiende la gestión, el apoyo y la difusión del arte argentino como una tarea continua y en proceso constante para fortalecer la proyección de los artistas y lograr un lugar destacado en el escenario global.
Alvaro Rufiner
DIRECTOR EJECUTIVO
Como casi todas las colecciones de arte, Pampa se fue armando en el transcurso del tiempo y fue adquiriendo un perfil propio sin un plan delineado de antemano. Nació porque nos encanta el arte y nos provoca mucho placer cada vez que encontramos una obra que nos sorprende y que, además, amplía nuestra experiencia del mundo con ideas innovadoras. Pasados ya varios años en esta aventura compartida, tomamos conciencia de que se fue armando una colección que tiene algunos rasgos que la distinguen. La curaduría de la colección Pampa está centrada en obras que delinean un posible perfil del arte argentino. No está marcada por una tendencia, ni un estilo, como tampoco por generaciones. Seleccionamos obras que le den visibilidad a las artes visuales de nuestro país, con los planteos que en cada momento fueron marcando el modo en que los artistas han reflexionado sobre la cultura local. En este sentido, podemos pensar que la identidad de Pampa está anclada en la noción de territorio, y que toda la colección tiene un eje conceptual que se construye a partir de la obra Sur Andino de Nicolás García Uriburu: un mapa de América invertido, que toma el Sur como nuestro Norte.
Desde el lenguaje ligado a las vanguardias europeas de Xul Solar, se abarcan varias décadas hasta el arte actual emergente. Dentro de los hitos de la colección, podemos mencionar Villa Tachito de Berni, que marca el momento en que el artista comienza a pensar en lo que será su serie sobre Juanito Laguna, pintando el lugar donde vivirá su personaje en un barrio de emergencia en el Bajo Flores. Tiempos de Guerra de Pablo Suárez es parte de la historia de esta latitud, en una obra que testimonia el momento más agónico de la Guerra de Malvinas, representado por el diario que anuncia el hundimiento del buque General Belgrano. Entre los movimientos que eluden la representación, se destaca un cuadro icónico de Carmelo Arden Quin (Orna, de 1947) y una de las pocas pinturas de Tomás Maldonado, el gran teórico del arte concreto. Ad Minoliti y la Chola Poblete cuestionan el modelo patriarcal y hegemónico del arte, que incluye una mirada queer de la abstracción decorativa y la revisión indigenista de identidad y género.
Hoy presentamos este libro que es un trabajo en progreso, porque la colección sigue creciendo. Es nuestra intención visibilizar el arte argentino y acompañar a los artistas para que el Sur deje de ser una utopía y se convierta en un proyecto colectivo.
Laura Batkis
CURADURÍA
Ana Quintanilla
ASISTENTE DE CURADURÍA E INVESTIGACIÓN
Rosario Villani y Lucia Nielsen
INVESTIGACIÓN
Catalina Romero
FOTOGRAFÍA
Josefina Córdoba y Guido Della Bella
DISEÑO Y RRSS